¿Por qué escribir personajes femeninos es tan difícil?


El lunes 17 de octubre fue el Día de la Escritora. Este mes de octubre se está llevando a cabo (yo también estoy participando) una iniciativa que se llama #LeoAutorasOct. No hace demasiado, surgía La Nave Invisible, un blog sobre escritoras de fantasía, cifi y terror.

Todo esto tiene un objetivo: visibilizar a las escritoras.

¿Es necesario? Sí, sólo tienes que ir un día a cualquier lugar donde vendan libros y ponerte a contar. Algo parece que falla.

¿Voy a hablar de este tema? Pues no, aunque te recomiendo echarle un vistazo a este artículo de Rafael de la Rosa sobre el tema.

Y mientras pensaba en el tema a tratar esta semana en el blog y me indignaba al leer en Twitter algunos debates de personas que han de habitar dentro de una burbuja, sentía que tenía que tratar algo relacionado.

¿Y qué mejor que un tema que también me escuece bastante?: la representación femenina en los libros (y en las obras de ficción en general).

¿Por qué es tan difícil escribir un personaje femenino?

Puedo responder esta pregunta en una sola frase. Y ya está, se terminaría el artículo. Pero te voy a obligar a leer un rato…

GRR Martin explicó una vez su secreto para escribir personajes femeninos tan buenos y diferentes (de acuerdo al entrevistador): considerar a las mujeres como si fueran personas.

¿Pero esto no debería ser bastante obvio para todos?

Pues al parecer hay algo que nos impide ver con claridad cómo hacer que los personajes femeninos sean personas. De otro modo, nadie haría esas preguntas tan extrañas.

Parece algo preocupante, ¿no?

Leí una vez: como hombre no puedo escribir personajes femeninos buenos

Me quedé en shock.

¿Por qué pensaba eso este señor? ¿Acaso las mujeres nos comunicamos en un lenguaje diferente? ¿Venimos las mujeres de una galaxia lejana? ¿Por qué diablos no me quedé en esa galaxia?

«¿Por qué diantres no te ves capaz de escribirnos si somos la otra mitad de la población que habita el mismo planeta que tú?», y otras muchas cosas así quise decirle.

Uno de los métodos para escribir algo que no conoces, pero que quieres escribir más o menos acorde con la realidad, es la observación y la recapitulación de información. Vamos, lo que viene siendo la documentación, una labor muy normal dentro del trabajo del escritor.

Así que, ¿cómo es posible que alguien no sepa escribir un personaje femenino más o menos en condiciones?

Antes de saltar al siguiente punto, quiero hacer un pequeño apunte, he seguido todo este razonamiento desde el comentario que una vez leí por parte de un hombre, pero hay mujeres que tampoco saben escribir personajes femeninos buenos, de verdad, lo he visto.

Tenemos un serio problema si hombres ni mujeres saben escribir personajes femeninos. ¿No te parece?

La mujer ideal

Seguro que alguna vez pensaste en un personaje femenino, del que el autor no te contó nada sobre su aspecto, y tú ya imaginaste una mujer blanca, heterosexual, super sexy, porque sobre todo debe ser bella y delgada, pero sin pasarse que tiene que tener unas curvas prodigiosas, por supuesto de pelo largo (ya veremos de qué color se lo pone el escritor en cuestión)… ah, claro, que no falte que sea femenina. MUY femenina. Con tacones kilométricos y maquillaje antiagua, antifuego y anticrisis nuclear.

No sé cuánto llevo escribiendo historias (sí, las que garabateaba en una libreta cuando tenía diez años también cuentan), pero es ahora, que estoy preparando el NaNoWriMo, que he añadido una mujer que ni es blanca ni heterosexual (bueno, lo cierto es que la heterosexualidad no abundará mucho en esa novela, no voy a engañar a nadie, tampoco es la primera vez que escribo algún personaje queer, pero sí es la primera vez que me he salido de esos «moldes» mentales que tenía).

Hola, soy mujer escribiendo mujeres.

Pero, ¿qué o quién nos está metiendo esta idea de personaje femenino «ideal»?

Ya hablé sobre cómo la ficción puede influenciar nuestro pensamiento. De esto trata este asunto (en parte).

Todavía continúa siendo destacable que una historia sea protagonizada por una mujer y todavía más raro es verla en una historia que no esté pensada para un público femenino.

¿Tú estabas cuando casi ocurre un apocalipsis porque Los Cazafantasmas iban a ser Las Cazafantasmas?

Hay tantas obras de ficción donde estos modelos se repiten: que si la mujer hipersexualizada que poco más y va en tanga a la guerra, que si la heroína que debe tener un problema de espalda grave poniendo esas posturas inverosímiles con el culo en pompa, que si la otra a la que tiene que ir el protagonista a salvarla, la tonta que sólo está pensando en pajaritos preñados sobre el matrimonio y la familia…

Me pregunto si salen más planos del culo de Miranda que de su cara en este juego...

Ay, espera, no me puedo olvidar de la violencia. Porque la violación sigue siendo el argumento estrella para traumatizar personajes femeninos, redimirlos o para nada, porque la mayoría de las veces es violencia gratuita.

Si no es suficiente la ficción, están otras grandes industrias para vendernos una imagen sobre la mujer: música, moda… Elije la que más te guste, hay para todos.

Y hay más: la educación.

¿Por qué es tan difícil escribir personajes femeninos buenos e interesantes? En serio, DÍMELO YA.

Todo esto procede de un punto en común: la historia, la costumbre y los modelos existentes en nuestra sociedad. Todo forma un sistema donde el género masculino tiene supremacía sobre otros géneros, y por lo tanto goza de más reconocimiento y visibilidad.

Esto es lo que se conoce como patriarcado.

¿¡¡¡HAS DICHO PATRIARCADO!!!?

Básicamente, lidiamos con ciertos papeles que tiene que desempeñar el hombre en su estado de poder y la mujer en su estado de sumisión.

Por ejemplo, esa creencia de debilidad ante todo comportamiento y característica femenina. Por eso se le dice a un chico «eres una nenaza» para humillarlo o el famoso «los hombres no lloran», las emociones son cosas de mujeres.

Nos crea una imagen desfigurada de lo que realmente es una mujer, nos dicta cómo debe ser una mujer deseable. Una mujer sexualizada, dependiente del hombre, sumisa, madre y llena de muchos más estereotipos.

Porque los atributos asignados a las mujeres son negativos y aburridos, lo más interesante de ella son sus rasgos sexuales.

Tenemos una venda nada más nacer: de color azul si eres niño y de color rosa si eres niña.

Así que parece que es difícil ver más allá. Somos víctimas de ideas de las que ni somos conscientes y que aceptamos con alegría porque parece que es lo normal y lo que vemos cada día.

Este es el mal que sufren muchos escritores, escriben mujeres con una venda puesta que no les deja ver una imagen de mujer más interesante y menos idealizada, les cuesta escribir una mujer independiente y fuerte porque tienen una idea sesgada de las mujeres y pocos modelos en los que inspirarse.

Continúan escribiendo los mismos tópicos de siempre, alimentándose de ideas antiguas con la excusa de «es que esto es lo que vende», «esto es lo que le gusta al público», «así lo escribió X que era un gran autor»...

Así que es hora de ponerse las gafas moradas y de empezar a cuestionarse la «realidad». No sólo para crear personajes más reales, sino para abandonar representaciones dañinas.

Cómo escribir personajes femeninos buenos

Fíjate si el problema es grave que se han ideado varios tests para establecer si un personaje femenino es bueno o es una mierda:


¿No crees que es importante controlar mejor a los personajes y la forma en la que se comportan en tu historia, saber que si hacen esto y lo otro son comportamientos sexistas y decidir si en verdad es que el personaje es así o eres tú el que está plasmando una visión del mundo según tus creencias?

Porque no es lo mismo escribir un personaje machista, que un personaje resulte ser machista porque el que lo ha escrito no se ha dado cuenta.

Y a ti ¿te cuesta escribir personajes femeninos?
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4 comentarios
  1. Hola, Jen!
    Me has dejado un poco contrariado :p Pero eso está bien, cualquier lectura tiene que promover el pensamiento.
    Por una parte no me gusta todo el rollo ese del heteropatriarcado, yo he estudiado antropología y estoy ahora con historia y los papeles "de género" no fueron elecciones forzosas, nadie obligó a nadie a hacer nada, fueron roles que se adquirieron por motivos genéticos —el hombre no puede parir, por ejemplo—.
    Pero bueno, es verdad lo que comentas, yo soy de la opinión de que reforzar esa dinámica no es bueno. Hay que cambiarla. Algo que no va a ser sencillo viendo que las nuevas generaciones no han aprendido nada y que, en muchos casos, son peores.
    El tema de escribir personajes femeninos... Buf, creo que el problema ya viene al diferenciar un personaje femenino de uno masculino. Un héroe de acción debería serlo sea cual sea su género. Pero claro, al pensar en género ya tenemos una visión distinta: el hombre será un espía letal, mientras que la mujer deberá ser una seductora... una Mata Hari.
    Yo opino como Martin, la mejor forma de escribir un personaje femenino es tratarlo como a un ser humano. ¿Por qué tiene que ser una femme fatale? Annie Wilkes es un personaje terrible y no tiene nada de femenino, lo mismo Dolores Clairborne o Carrie White.
    Clive Barker dice que muchos escritores, al escribir personajes femeninos, lo que hacen es volcar sus miedos, sus frustraciones y sus sueños húmedos en ellas, de ahí que muchos personajes estén sexualizados o sean simples clichés machistas.
    Casi todos los protagonistas de mis historias son mujeres, y no me siento incómodo escribiéndolos. Me divierte mucho, me encanta trabajar con ellas y me ofrecen posibilidades que un personaje masculino no me ofrecería... Y todo esto sin dejarlas en cueros.
    Perdón por el ladrillo... pero es que el tema es apasionante.
    Un gran artículo, felicidades.

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    1. Hola, Jaume. Me encantó tu ladrillo, así que nada de disculparte por él porque me temo que te contestaré con otro parecido :D

      Lo que quiero justo con este tipo de artículos es contrariar a quien lo lea, para que reflexione un rato y se cuestione lo que piensa. No voy a negar que es una situación muy incómoda para uno mismo, aún así, creo que en el caso de un escritor es muy importante este tipo de reflexiones y de cuestiones sobre sus propias ideas. Para mí este tema, y otros por el estilo, me causan gran interés, pues como escritora quiero tener el mayor control de mis ideas que me sea posible, de esta forma creo que puedo controlar mejor a mis personajes, las sociedades que escribo, etc.

      En cuanto al término heteropatriarcado, patriarcado y derivados tienes razón en que no es nada impuesto ni algo mágico y espontáneo. De hecho, hace siglos y muchos más años atrás, la sociedad funcionaba de una manera que era lógica por las amenazas que existían y que ponían en peligro la supervivencia de la especie, de una familia, de una estirpe, etc. Lo que tenemos hoy es la evolución de esa sociedad, que espero que siga cambiando por el bienestar de todos. En la actualidad, esto no tiene tanto sentido. La tecnología, los avances médicos, etc. han cambiado la sociedad en la que vivimos, y como ya no tiene sentido y algunos quieren seguir agarrándose a esas viejas ideas (por las razones que sean), han surgido movimientos como el feminismo, que es quién le ha puesto ese nombre tan polémico. Al final el nombre es lo de menos, lo importante es darnos cuenta de que existe y de que asigna unas diferencias dependiendo de si uno es hombre o mujer. Para la escritura es negativo porque le estamos asignando ciertas características a un personaje según sea hombre o mujer, a veces sin darnos cuenta. Creo que es un limitante que provoca tener unas ideas muy raras sobre las mujeres, los personajes femeninos, aunque también sobre los hombres, cuidado.

      Así que espero que al final este artículo haya hecho reflexionar, aunque sea, a más de uno y una. Muchas gracias por tu comentario, me ha encantado, y me alegro de que te haya gustado el artículo. Saludos ^^

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  2. Muy interesante artículo. Me ha gustado la distinción final entre un personaje bien construido que pueda ser machista en sí mismo frente a un personaje que funciona como mero vehículo de la ideología machista o heteropatriarcal del autor.

    En general muchas cosas pueden extraerse del texto.

    ¡Saludos!

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    1. Muchas gracias por pasarte y por dejarme tus impresiones sobre el tema, Javier. Me agrada que te haya parecido interesante. ¡Saludos!

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